lunes, 6 de julio de 2009

"La televisión no tiene ética" - entrevista a Carlos Barragán (guionista y co-conductor de Tarde Negra)

¿Cómo empezaste en el programa?
Yo estoy desde un principio. Antes trabajaba con Lalo Mir y Elizabeth Vernaci en la Rock and Pop. Él se fue de vacaciones y la Negra quedó como conductora suplente durante un mes. Le escribí cosas, le gustaron y cuando empezó Tarde Negra me llamó.
¿Pensás en un público determinado a la hora de escribir los guiones?
Nunca me imagino quién está del otro lado, lo único que tengo en cuenta es si nos va a divertir a nosotros. Calculo hasta donde puede dar cada uno y si el personaje que le estoy dando a la Negra [por Elizabeth Vernaci] la va a divertir, lo mismo para Humberto [Tortonese] y para mí. La medida que yo tengo es que si nos divierte a nosotros divierte a nuestro público.
Entonces, se podría decir que ustedes no están pendientes del público...
Lo que pasa es que no tenemos una respuesta inmediata de toda los que escuchan el programa. La gente que llama, lo hace para decir “qué bueno lo que están haciendo”, y al que no le gusta no llama. No tenemos una medición sobre la efectividad de cada sketch o cada cosa que uno hace. Si nos gusta ya está, la medida somos nosotros.
¿Cómo elegís los temas de los guiones?
Los temas que tocamos son cualquier cosa, en general escapan a la agenda de los medios. Es un programa netamente de entretenimiento pero cuando surge algo muy grande no podés escapar y tenés que hacer una referencia, aunque sea desde otro costado. Por ejemplo, con esto de que los chicos no tienen colegio la Negra me pidió que hagamos consejos de qué hacer con los nenes en casa. Que la negra me diga “hagamos algo con esto que está pasando” es poco común, lo hace cuando sabe que va a rendir y cabe con el humor de acá.
¿Hay mucho de improvisación al aire?
La gente piensa que hay cosas que son totalmente improvisadas y no, los sketchs están guionados de principio a fin. En ellos nos atenemos mucho al guión e improvisamos bastante poco, porque para hacerlo tenemos el resto del programa.
¿Cómo se hace Tarde Negra?
Se hace con lo que está pasando, lo que le pasó a la negra ese día, lo que pasó recién o con algo que está pasando entre nosotros. El programa es ella, es su humor, el humor de ese día, lo que le está pasando, lo que está viviendo, lo que está sufriendo y lo que le hace gracia.
¿Cómo es trabajar con Elizabeth?
La Negra es como una artista, no sólo una conductora. Mete mucho de ella en el programa. Cuando yo construyo un personaje, trato de no dejar mis cosas en el aire. Mi vida no es la de ese que se escucha en la radio. En cambio, creo que la vida de la Negra es bastante más parecida.
¿Como co-conductores tienen toda la libertad que quieren?
Sin dudas, pero no es fácil escapar a lo que la Negra tiñe. Ella es como un continente, nosotros la seguimos.
¿Cuál es tu perspectiva del programa?
Tarde Negra rompió límites por las características de Elizabeth y de Humberto. Si se usan palabras o cuestiones sexuales de altísimo tono siempre tiene que ver con hacer humor. No es sólo la trasgresión o el desenfado. Si hay una guarangada es porque contiene humor, sino no la hay.
¿Qué piensan del alto voltaje que tiene el programa respecto a su horario de emisión?
Es un programa que no es para chicos en un horario en el que ellos podrían estar escuchando la radio. Si yo fuera el responsable algunas cosas no saldrían al aire, pero uno confía en que la gente ya lo conoce y elige si escucharlo o no.
En cuanto a la emisora, ¿se les ha establecido algún tipo de límite respecto al lenguaje?
Esta radio es una maravilla total. Cualquier medio puede dejarte putear al aire, pero, a diferencia de otros, Rock & Pop jamás se metió en la cuestión política. Si yo quiero decir viva Perón, viva el Che o viva Macri, lo digo y acá no hay ningún problema. Eso es fantástico y extraño.
¿Y de parte del organismo oficial, el COMFER, han recibido avisos?
Al principio recibíamos cartas. No se cómo arreglaron, es un tema medio extraño. Las multas son altísimas y si por cada vez que vos te fuiste al carajo te van a cobrar 10 mil pesos, y nosotros nos vamos al carajo veinte veces, es muchísimo, tenés que tener más guita que De Narváez. De todas formas, se ve que les dará más rédito que sigamos puteando y pagar las multas, a lo Tinelli. La tele se maneja de esa manera. La televisión no tiene ética alguna y los que la hacen te lo repiten. Prefieren decir cualquier verdura, de última si no era verdad ya midió el programa y ya lo metieron, ya pasó. Ese ambiente es así de existista.
¿Últimamente les ha llegado algún llamado de atención?
Creo que no (duda). El Comfer está bastante más laxo en sus normas. Además, según mi criterio, es más interesante controlar el tema de la discriminación que el de las puteadas, para eso también está el Comfer.
¿Cómo aborda Tarde Negra esa cuestión, tan delicada para la sociedad?
En ese sentido nuestro programa es antirracista, respetuoso de las diferencias, muy sano a pesar que en el medio se dicen cosas tremendas. Acá cuando decimos “puto” o “poronga” estamos haciendo un laburo en contra de la discriminación. Vos podes ser muy prolijo al hablar de los homosexuales y, al mismo tiempo, estar discriminándolos. Nosotros decimos “los putos de mierda”, pero se hace un laburo casi pedagógico a la sociedad para que no seamos fascistas. Al decir las cosas como son, sin eufemismos, queremos instalar que eso está, que eso existe y que es parte de nosotros.

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