domingo, 9 de agosto de 2009

*A la mujer que me quiso como una madre

Armadura infinita, siempre de pie
El viento no te lleva, te deja envolver
Recorres los suelos, siempre de pie
Abriendo tu alma, amas y dejas ser amada
Hablas, y pisas más fuerte
Miras, y te dejas conocer
Paraste, sólo para advertir que seguirás,
y vuelves a la marcha...
No dejaste que te pisaran, lograste que te escucharan
Ahora te sienten, porque no te equivocaste
Seguís las huellas, te siguen como a una estrella

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